martes, 1 de junio de 2010

Monster de Urasawa editado por Larp y la rentable infantilización de los lectores

Monster de Naoki Urasawa posee una historia editorial bastante particular, la primera edición en español es del 2001 a manos de Planeta, que decidió editarla en tomos de 120 páginas; la mitad de un clásico tankoubon japones, por lo que los 18 tomos originales se convirtieron en 36. Usaron un papel baratisimo, y diseñaron portadas especiales para los 36 números, estos detalles hicieron que más de alguno desistiera comprarla. El 2007 la mexicana Vid sacó una edición que si respetaba los 18 tankoubon japoneses, el problema es que para sus mangas acostumbran usar un horrendo papel, que parece roneo de bajo gramaje, con traducciones inocuas y rotulación vertical, como si leyeramos de arriba-abajo, al estilo japones. Cuando supe que Larp iba a publicarla, tuve la esperanza de que era el momento de tener una edición decente entre manos. No es que la de Planeta fuera tan mala, el problema es que es muy dificil conseguir una serie de 36 tomos en Santiago de Chile, más dificil si la edición viene de España. Argentina es la meca del manga para sudamerica; Ivrea, Larp y en menor medida pero mucho valor ya que editan a Tezuka; Deus Ex, son estas tres editoriales las que garantizan la presencia del manga en las estanterias de estos pagos, con buena distribución. Que haya material de Glénat, Ivrea-Esp, Norma y Planeta ya es voluntad de los dueños de las tiendas.

Portada de la edición de Planeta en extensos 36 números

Monster cuenta la historia de Kenzo Tenma, un neurocirujano japones asentado en Dusseldorf-Alemania donde desarrolla una exitosa carrera tanto en la práctica como en la teoría, a través del desarrollo de investigaciones. Su carrera toma otro rumbo cuando desobedece a su superior y decide operar a un niño que tiene una bala incrustada en su cabeza, en vez de operar a una importante autoridad, lo que pone en jaque la imagen pública del recinto hospitalario. El problema del Doctor Tenma es que nueve años después aquel niño se convierte en un imparable asesino en serie, lo que sumerge al protagonista en un problema ético-moral de proporciones épicas. Este es el nudo de la acción de Monster, que en sus 18 tomos cuenta la caceria que emprende Kenzo Tenma por detener al asesino que cree haber engendrado. El problema que plantea Urasawa es oscuro y profundo, trata sobre como la rigidez de ciertos parámetros éticos y morales pueden llegar a tener monstruosas y violentas consecuencias. Urasawa es un autor que podría denominar usando los rótulos de la industria japonesa como Seinen, o manga de adultos, esto puede verse en el planteamiento inicial de Monster, pero quizás queda más claro si se analiza con detenimiento la ejecución de la obra. Basta echarle un ojo atentamente al primer tomo para observar la maestria de Urasawa para caracterizar a los personajes, con unas cuantas líneas es capaz de dar cuenta del cúmulo de emociones que embarga a cada uno en el transcurso de la obra. Cada gesto, cada reacción es una nota que hace varias el resgitro de un thriller cuyo objetivo no es el placer de descubrir ciertas verdades, sino que las consecuencia que estas tienen en cada personaje, los que siempre estan sujetos a presiones y cambios, siempre pelean por dominar cierta naturaleza inestable. Además la obra esta llena de subtramas e historias que se ligan de distinta forma con el eje central. En síntesis una obra aguda, insidiosa que exige al lector con un registro claro y en apariencia simple.

Tenma decide salvar al pequeño Johan desencadenando una espiral de muerte

Monster es un imprescindible, por eso me hice con el tomo apenas cayeron las cajas de Larp por estos lados. En un principio me decepcionó bastante la calidad de la edición, un papel que si bien mantiene cierta blancura con mucha dignidad, se transparenta en ciertos pasajes de manera grosera. Una encuadernación humilde, y una traducción que si bien es efectiva tiene unos cuantos errores que de seguro se produjeron en la rotulación. Sin embargo lo que más me quemó, fue que no tuvieron la buena educación de colocar notas al pie con la traducción de las palabras en alemán. En los últimos tres años los argentinos han publicado sólo 3 títulos interesantes para adultos, o Seinen; Vagabond de Takehiko Inoue, Gantz de Oku Hiroya y Monster de la que acaba de aparecer el primer tomo hace una o dos semanas. Sólo tres obras que exigen a los lectores una comprensión más profunda, que los manidos relatos de superación y formación que se van a repetir hasta el final de los tiempos. El 95% de lo que se imprime en Argentina es material puramente comercial, apelando a las series de moda como Naruto, One piece o Bleach, tanto como a la nostalgia a partir de obras como Saint Seiya, Slam Dunk, Ranma, Inuyasha o Samurai X. El mercado argentino no quiere madurar y en gran medida se dedica a alimentar al fandom, perpetuando la forma en que este consume las obras como objetos fetiches, y no como lectores dinámicos con la suficienta capacidad crítica para establecer la relacion que hay entre el título como identidad y su formato material. Y es que la reciente edición de Monster no se diferencia en nada a como editan Deathnote o One Piece, no hay ni una marca o gesto que aliente a otro tipo de público a leer las obras, a pesar de que estas necesiten de otro tipo de lector para desarrollarse plenamente. La cálidad de las publicaciones también ha mantenido cierto nivel medio, no se aprecia ninguna intención de acercarse al nivel de editoriales como Glénat. No me gusta el panorama, no me agrada que en vez de publicar títulos nuevos e interesantes se reediten obras comerciales bajo el rótulo de edición deluxe cuando lo único que le agregan es una solapa, por la cual doblan el precio. La infantilización del público y la nostalgia es una de las consecuencias del capitalismo depredador, que sólo quiere ampliar sus digitos, convirtiendo al adulto con experiencia y capacidad crítica en un consumidor-niño, al tiempo que se establecen politicas editoriales conformistas que no abogan por subir el nivel de profesionalismo de quienes trabajan en las editoriales.

Portada de un tankoubon clásico, que es el modelo utilizado por Larp

El cómic es el único medio que establece una relación directa y discursiva con su soporte material, por eso las politicas editoriales son significativas y dan cuenta de la realidad inmendiata tanto del mercado como de los lectores. Falta mucho para que veamos una edición como el Monster Kazenban que comenzó a editar Planeta el año pasado, una edición muy cuidada, con páginas a colores, y un papel de alto gramaje e impoluta blancura, que en sólo nueve tomos contiene la historia completa. De esta forma se hace justicia a una obra imprescindible, que a partir de este formato llegara a una masa de lectores que se verán influenciados de manera gravitante por ella, si es negativa o positivamente, es cuestión de cada uno, por algo estamos entre adultos ¿o no?

Al unir los 9 tomos Kazenban se forma un meláncolico mural

3 comentarios:

dokeck dijo...

Coincido con la calidad de titulos que estan publicando en Argentina. Se entiende que quieran ir a lo seguro (lease lectores adolecentes, fanaticos o nostalgicos). Monster es lo unico que me interesa (aparte de dragon ball solo por nostalgia)hoy en dia

Anónimo dijo...

Yo por fin me estoy consiguiendo la edición kazenban esuna gozada. Bueno Dragon Ball sobretodo hasta el tomo 17 es maravilloso!.

saludos y gracias por comentar

Anónimo dijo...

Tengo este cómic a la venta desde tomo 1 hasta el tomo 20
http://articulo.mercadolibre.cl/MLC-32556440-comic-monster-de-naoki-urasawa-tomos-1-al-20-40000-_JM