sábado, 18 de julio de 2009

¿De dónde sales Tarantino?

Tarantino ofrece su opera prima como director en el año 1992, convirtiéndose en uno de los primeros directores en ofrecer una mezcla entre el spaghetti western, el pulp, el cine oriental e incluso algunos componentes estructurales del cómic como lo es la fotografía y las narraciones.

El Pulp nace gracias las publicaciones de revistas en los 60’ es una mezcla entre pop art y cine B (de bajo presupuesto), retoma la idea de los supervillanos, el terror, las fobias y los mezcla dejando un espectro grotesco.

Tanto el Pulp y el cómic tienen un punto en común el que se dan a niveles narrativos. El concepto de Pulp que ofrece Quentin Tarantino lo extrae desde el American Heritage Dictionary y dice que es una “novela que se acostumbraba publicar por partes en un periódico con sucesos y coincidencias muy dramáticos, sorprendentes e inverosímiles” (Tarantino, Pulp Fiction, 1994) lo mismo podría aplicarse a la figura del cómic, sin embargo a esta se le incorporan imágenes y o dibujos. El director de Pulp Fiction, lleva estos conceptos y los aplica en el cine, vemos como por primera vez una película se presenta por partes separadas, al parecer sin una línea definida, pero que en conjunto se presenta como la historia perfecta haciendo lo mismo en Jackie Brown, es por decirlo de forma literaria: Pulp Fiction es a Tarantino, como Rayuela a Cortázar. Pero lo que escapa de la definición que toma Tarantino, son otras características típicas del pulp, el pulp es un género que deriva de la novela negra y está cargado de temas como la violencia, las drogas, la sexualidad y la sangre. No dudamos que el director sepa de ellos, pues basta con establecer una pesquisa de su cinematografía para darnos cuenta que justamente es eso lo que menos falta a niveles visuales.
El spaghetti como subgénero del western estuvo de moda en las décadas de los años 60 y 70 de la mano de compañías de cine españolas e italianas. Esta clase de western hace gala de sus infinitos elementos significativos a lo largo de los niveles del lenguaje que presenta el cine. Frank Boaz en su investigación “El diálogo cinematográfico” rescata los niveles del lenguaje: el horizontal y el vertical estos tienen que ver con como es que viaja y es recibido el mensaje, si es acaso entre los personajes o entre el conjunto, la escena (incorporando ahí el diálogo, el escenario, la música, la forma en que la cámara capta un cuadro e incluso los colores) y el espectador. Como decíamos el spaghetti se encarga de ufanarse por su presencia en ambos niveles. Vemos como es que desde acá Tarantino toma la importancia de las relaciones entre los signos y la de los signos entre los usuarios.


El Western así como ofrece diálogos extensos, llenos de tensión, también nos convida una amplia gama de momentos llenos de silencios, pero cargados de significado, sin embargo esta modalidad no proviene ni nace de él. Podríamos remontarnos a las viejas películas de samuráis, donde el orientalismo deja de lado los largos discursos y da paso al deleite visual. Podremos entender más viendo una escena de Lady Snowblood[1], que tal vez escuchando y leyendo una escena de Django. No decimos que ambos tipos de películas excluyan la forma de trabajo, ya sea involucrándose más en el lenguaje verbal que en el visual, sólo decimos que están claramente marcadas por estas herramientas.

Dentro del cine oriental, una de las más grandes referencias que toma Tarantino es el cine Yakuza, subgénero encargado de temas de la mafia japonesa del siglo XVII. Todo parte de la historia samurai, individuos que trabajaban para el gobierno japonés y que en algún minuto son despedidos convirtiéndose en mercenarios que seguían haciendo sus trabajos para los individuos de la alta sociedad. Tenían, así, el control absoluto de los submundos y el margen social. Derivan de ellos ciertos códigos de honor como por ejemplo: el respeto por el clan familiar, fidelidad absoluta a éste, y un estritcto código de honor. Si se falla en ello las consecuencias van desde el corte del meñique a eliminar cabezas por un corte de Katana. Todos estos elementos son pesquisables en los filmes de Tarantino

En cuanto a temáticas, el wester y el cine oriental se conectan como ya decíamos en la justicia y honor. El honor y o la justicia son obtenido y llevados a cabo de diversas formas, Tarantino ocupa ambas. Veremos el corte de dedo en Four Rooms, lealtad al grupo en Reservoir dogs, pagar por traición en Kill Bill I y II, en ambas se observa de hecho la incorporación del clan Tanaka que eran parte de los Yakuza japoneses; control absoluto de la mafia en Pulp Fiction, trabajar para altos miembros de la mafia en Jackie Brown y también se le adjunta la traición.

Del western por su parte podremos darnos cuenta que no es casual que en Reservoir Dogs tome el modelo de justicia se haya extraído desde Django o en Kill Bill “la venganza es un plato que se sirve frío” sea más que un viejo adagio Klingon, como explica Quentin desde una cita de Viaje a las estrellas, película y ejemplo, que por cierto, provienen de lo más profundo del imaginario de la cultura oriental y del western. Tarantino toma la seriedad de estos temas y los maneja de impecable forma, articulando un discurso que se eleva del contenido en extremo serio, para posarlo en la multi significación que daría la ironía. Los actos de habla en las películas de Tarantino se dan con especial particularidad, son en gran mayoría a modo de enunciados irónicos. Esto se da gracias a que el director maneja ambos niveles del lenguaje cinematográfico, estableciendo una conexión obvia entre los personajes, pero al mismo tiempo asumiendo el compromiso de integrar al espectador a este juego verbal, completando así un juego de ironía a nivel verbal y situacional.

Tarantino ha de clasificar sus películas como acción, más que con drama ¿Cómo puede hacer eso si las características que mencionamos hacen de estas películas, a primera vista, un entramado dramático? Simple, el manejo del lenguaje. Ya decíamos que tarantino resuelve el tema de la extrema seriedad con el juego de los enunciados irónicos y por supuesto las situaciones irónicas.

2 comentarios:

Lamasthu dijo...

Yo no sé como lo hace pero a mi este director me encanta. Y eso que es fácil pensar que sólo se dedica a copiar y hacer homenajes y poner la música que le mola en sus películas pero lo hace de tal manera que el producto resultante es totalmente nuevo. Ha tenido sus pinchazos pero, dentro de lo que cabe, suele ser algo diferente.

M. dijo...

me encantaría saber cuando estrenan en Chile la última de Tarantino...

ah! supe que ahora quiere hacer un western.. como anillo al dedo